Casi nadie de mi entorno más directo sabe que soy una esposa+. Otras lo anuncian. Yo no. Dudo que mi entorno más próximo lo entendiera, así que lo llevo en silencio y discreción. Y lo disfrutamos.
Solamente y desde hace relativamente poco tiempo, lo confesé a una compañera de trabajo. Ella se asombró al principio, y ahora está más que intrigada y me consulta dudas. Nuestras conversaciones han obtenido un nuevo nivel de confianza.
Pero, ¿cómo consigo llevar esa discreción general?
Evidentemente, no uso nombres reales cuando contacto por internet o por apps. Nunca enseño mi cara en ninguna foto, ni nada que pueda identificarme. Soy muy precavida en eso. Mi compañero es un excelente fotógrafo. Él es el primer interesado en que no se sepa, así que mis fotos están a buen recaudo con él. No doy ni daré mi número de teléfono personal a nadie de este entorno. Podría ser tu vecina o tu prima y no lo sabrías. Soy 90% mujer de contacto directo y 10% de contacto por internet. Decidme que soy chapada a la antigua. Para mi las relaciones se empiezan a disfrutar con esas primeras palabras, miradas, charlas. Si todo va bien, seguimos adelante hasta donde me sienta cómoda y excitada. No lo hago con vecinos o amigos. Siempre es con personas que conozco nuevas en entornos nuevos, o con exnovios.
Por regla general nunca en mi casa. Normalmente cuando estamos fuera, o en hotel. No dejo que me lleven a casa. Esto sólo lo permito con los que tienen mi confianza ganada a pulso.
Nunca me escondo que estoy casada. Eso me da ventajas, porque el candidato (que se merece un respeto) no se siente engañado. Siempre puedo poner la excusa de que iba bebida, no sé como pasó, etc, y punto. No tengo miedo de chantajistas porque mi marido está al corriente de todo siempre. Muchas veces confieso que mi marido está al corriente, pero la mayoría de veces, eso echa para atrás a los candidatos. Les da más morbo saber que estoy casada y pueda ser infiel, imagino.
No dejo que mis amantes me hagan fotos (o al menos con mi cara reconocida).
No busco amantes que quieran dominar o humillar a mi compañero o a mi. Busco amantes atractivos de buena forma física, que sean abiertos para aprender lo que me gusta y que, naturalmente, posean un profundo respeto por sí mismo y los demás.
No acostumbro a repetir demasiadas veces con un amante. Al menos no muy seguidas en el tiempo. Quizás sea para evitar engancharme demasiado o evitar que le pase a él. Disfruto sabiendo que mi compañero y mis amantes pueden desarrollar una comprensión profunda y plena confianza entre ellos, a sabiendas de que el papel de cada persona en mi vida es valiosa a su manera y que ninguna persona va a ser reemplazada por otra. También me gusta saber que los tres podemos desarrollar una relación común y podemos estar juntos regularmente gran parte de un día normal. No acostumbro a hacerlo, pero si se da el caso, quiero que sea asi.
No alardeo de mi relación con mi amante. Me gusta mantener mis actividades de dormitorio discretamente. Lo que yo elijo para compartir por escrito es una cosa, pero hacer un espectáculo público de mi vida sexual no es algo que deseo. Veo a la gente compartiendo la prueba de sus hazañas por todas partes en las redes sociales ahora y, sinceramente, me fatiga, pero lo respeto.
No me gusta humillar a mi compañero como parte de mi vida sexual. Soy una persona sensual, cariñosa, morbosa y apasionada. La humillación no me excita sexualmente, aunque algunas veces juguemos a ello, es sólo como parte del juego del momento. No es una manera de vivir. Me refiero que en un momento dado puedo ejercer el papel de mujer dominante o de sumisa, pero sólo queda ahí, en el juego. Cuando hemos acabado nuestros juegos sexuales, vuelvo a ser una mujer normal, con mis defectos y virtudes como mujer.
No me identifico para nada como una puta. No tengo ningún problema que una mujer se identifique de esta manera y creo que es genial que ella pueda utilizar la terminología que tanto la haga sentirse bien. Sin embargo, esa terminología, para mí, tiene un significado específico que una mujer tiene que tener relaciones sexuales para sentirse importante, poderosa o por necesidad. Yo no necesito tener sexo para sentirme importante o poderosa ni por necesidad, aunque a veces acepto de buen grado regalos que mis amantes me puedan hacer. Son símbolos que luego al verlos , junto a mi compañero, nos unen y nos recuerdan experiencias.
Como cualquier matrimonio normal, tengo temporadas para todo. No estoy siempre cazando ni teniendo sexo. Hay mucha gente que confunde eso de ser esposa+, y que tengas que aceptar tener sexo con todos los que te lo piden. Yo decido cuando y con quien.
No dejo que nadie elija mis amantes para mí. En eso, mi compañero siempre ha estado a mi lado. Yo soy quien elige que hago y con quien con mi cuerpo. Ni mi compañero ni nadie han tenido ni tendrán alguna vez ese poder sobre mí. Si alguno lo intenta, corto la relación por lo rápido. Y no me gustan las citas a ciegas, por eso no ligo casi por internet. Básicamente porque casi siempre son una decepción. No me atrae la idea. Soy muy visual y me gusta estar cara a cara de mi candidato.
Me gustan los hombres de verdad, dentro y fuera de la habitación. Si mi pareja fuera a referirse a sí mismo como algo menos que eso, me parece que sería un insulto, porque no elijo al débil ni a hombres afeminados. Debo aclarar que no considero que sea poco masculino el hecho de poder lamer semen. Hay un gran tabú al respecto. Creo que es de mentalidad abierta que un hombre esté dispuesto a probarlo, y a gustarle, igual que damos por hecho que a una mujer deba gustarle por fuerza. A mi particularmente no me gustaba nada la idea al principio. Pero como todo, la práctica hace que la cerveza un día te encante.
No visto extremada. Visto (creo) con clase pero dejando entrever mis atributos y mis encantos. Me encanta seducir. Ese es mi deporte favorito.
No me considero nudista todo y que he ido bastantes veces a playas nudistas. Algunas veces lo hacemos con mi compañero como juegos eróticos. Además hoy en día con los móviles es muy divertido. Llegamos a la playa en momentos separados y nos ponemos a unos cuantos metros de distancia. Él desde la distancia me va avisando al móvil de los que están pendientes de mi. No paro de charlar con él. Los momentos fuertes es cuando me voy al agua o cuando alguno trata de venir a ligar. Ahí es cuando me lo paso bien, porque a veces estoy con el que trata de ligarme y recibiendo y contestando mensajes de mi compañero. Nos ponemos a mil.
En las discotecas muchas veces actuamos igual. Entramos por separado y él me observa desde la distancia. Normalmente no tardan en entrarme. Si me atraen sigo, si no me los puedo sacar de encima, hago una señal y les presento a mi marido que acaba de llegar. Normalmente desaparecen rápido.
No acostumbramos a ir a locales liberales. Alguna vez y cuando hemos estado en algún lugar de viaje. Nunca en nuestra provincia. Están bien para disfrutar con tu pareja en un ambiente abierto y respetuoso, pero no nos sacan el sueño. De hecho, sólo en una visita hemos interactuado con otra persona. En el resto, hemos disfrutado pero solos en pareja.
Espero haber aclarado dudas. Muchas veces me preguntan por email como lo hago. Así queda escrito y público. Hay otras esposa+ que actúan diferente. No hay reglas válidas o incorrectas. Hay maneras que te sientas cómoda o no. Mi compañero y yo nos sentimos cómodos en esta manera de vivir.
¿Y tú como te sientes más cómoda?
Solamente y desde hace relativamente poco tiempo, lo confesé a una compañera de trabajo. Ella se asombró al principio, y ahora está más que intrigada y me consulta dudas. Nuestras conversaciones han obtenido un nuevo nivel de confianza.
Pero, ¿cómo consigo llevar esa discreción general?
Evidentemente, no uso nombres reales cuando contacto por internet o por apps. Nunca enseño mi cara en ninguna foto, ni nada que pueda identificarme. Soy muy precavida en eso. Mi compañero es un excelente fotógrafo. Él es el primer interesado en que no se sepa, así que mis fotos están a buen recaudo con él. No doy ni daré mi número de teléfono personal a nadie de este entorno. Podría ser tu vecina o tu prima y no lo sabrías. Soy 90% mujer de contacto directo y 10% de contacto por internet. Decidme que soy chapada a la antigua. Para mi las relaciones se empiezan a disfrutar con esas primeras palabras, miradas, charlas. Si todo va bien, seguimos adelante hasta donde me sienta cómoda y excitada. No lo hago con vecinos o amigos. Siempre es con personas que conozco nuevas en entornos nuevos, o con exnovios.
Por regla general nunca en mi casa. Normalmente cuando estamos fuera, o en hotel. No dejo que me lleven a casa. Esto sólo lo permito con los que tienen mi confianza ganada a pulso.
Nunca me escondo que estoy casada. Eso me da ventajas, porque el candidato (que se merece un respeto) no se siente engañado. Siempre puedo poner la excusa de que iba bebida, no sé como pasó, etc, y punto. No tengo miedo de chantajistas porque mi marido está al corriente de todo siempre. Muchas veces confieso que mi marido está al corriente, pero la mayoría de veces, eso echa para atrás a los candidatos. Les da más morbo saber que estoy casada y pueda ser infiel, imagino.
No dejo que mis amantes me hagan fotos (o al menos con mi cara reconocida).
No busco amantes que quieran dominar o humillar a mi compañero o a mi. Busco amantes atractivos de buena forma física, que sean abiertos para aprender lo que me gusta y que, naturalmente, posean un profundo respeto por sí mismo y los demás.
No acostumbro a repetir demasiadas veces con un amante. Al menos no muy seguidas en el tiempo. Quizás sea para evitar engancharme demasiado o evitar que le pase a él. Disfruto sabiendo que mi compañero y mis amantes pueden desarrollar una comprensión profunda y plena confianza entre ellos, a sabiendas de que el papel de cada persona en mi vida es valiosa a su manera y que ninguna persona va a ser reemplazada por otra. También me gusta saber que los tres podemos desarrollar una relación común y podemos estar juntos regularmente gran parte de un día normal. No acostumbro a hacerlo, pero si se da el caso, quiero que sea asi.
No alardeo de mi relación con mi amante. Me gusta mantener mis actividades de dormitorio discretamente. Lo que yo elijo para compartir por escrito es una cosa, pero hacer un espectáculo público de mi vida sexual no es algo que deseo. Veo a la gente compartiendo la prueba de sus hazañas por todas partes en las redes sociales ahora y, sinceramente, me fatiga, pero lo respeto.
No me gusta humillar a mi compañero como parte de mi vida sexual. Soy una persona sensual, cariñosa, morbosa y apasionada. La humillación no me excita sexualmente, aunque algunas veces juguemos a ello, es sólo como parte del juego del momento. No es una manera de vivir. Me refiero que en un momento dado puedo ejercer el papel de mujer dominante o de sumisa, pero sólo queda ahí, en el juego. Cuando hemos acabado nuestros juegos sexuales, vuelvo a ser una mujer normal, con mis defectos y virtudes como mujer.
No me identifico para nada como una puta. No tengo ningún problema que una mujer se identifique de esta manera y creo que es genial que ella pueda utilizar la terminología que tanto la haga sentirse bien. Sin embargo, esa terminología, para mí, tiene un significado específico que una mujer tiene que tener relaciones sexuales para sentirse importante, poderosa o por necesidad. Yo no necesito tener sexo para sentirme importante o poderosa ni por necesidad, aunque a veces acepto de buen grado regalos que mis amantes me puedan hacer. Son símbolos que luego al verlos , junto a mi compañero, nos unen y nos recuerdan experiencias.
Como cualquier matrimonio normal, tengo temporadas para todo. No estoy siempre cazando ni teniendo sexo. Hay mucha gente que confunde eso de ser esposa+, y que tengas que aceptar tener sexo con todos los que te lo piden. Yo decido cuando y con quien.
No dejo que nadie elija mis amantes para mí. En eso, mi compañero siempre ha estado a mi lado. Yo soy quien elige que hago y con quien con mi cuerpo. Ni mi compañero ni nadie han tenido ni tendrán alguna vez ese poder sobre mí. Si alguno lo intenta, corto la relación por lo rápido. Y no me gustan las citas a ciegas, por eso no ligo casi por internet. Básicamente porque casi siempre son una decepción. No me atrae la idea. Soy muy visual y me gusta estar cara a cara de mi candidato.
Me gustan los hombres de verdad, dentro y fuera de la habitación. Si mi pareja fuera a referirse a sí mismo como algo menos que eso, me parece que sería un insulto, porque no elijo al débil ni a hombres afeminados. Debo aclarar que no considero que sea poco masculino el hecho de poder lamer semen. Hay un gran tabú al respecto. Creo que es de mentalidad abierta que un hombre esté dispuesto a probarlo, y a gustarle, igual que damos por hecho que a una mujer deba gustarle por fuerza. A mi particularmente no me gustaba nada la idea al principio. Pero como todo, la práctica hace que la cerveza un día te encante.
No visto extremada. Visto (creo) con clase pero dejando entrever mis atributos y mis encantos. Me encanta seducir. Ese es mi deporte favorito.
No me considero nudista todo y que he ido bastantes veces a playas nudistas. Algunas veces lo hacemos con mi compañero como juegos eróticos. Además hoy en día con los móviles es muy divertido. Llegamos a la playa en momentos separados y nos ponemos a unos cuantos metros de distancia. Él desde la distancia me va avisando al móvil de los que están pendientes de mi. No paro de charlar con él. Los momentos fuertes es cuando me voy al agua o cuando alguno trata de venir a ligar. Ahí es cuando me lo paso bien, porque a veces estoy con el que trata de ligarme y recibiendo y contestando mensajes de mi compañero. Nos ponemos a mil.
En las discotecas muchas veces actuamos igual. Entramos por separado y él me observa desde la distancia. Normalmente no tardan en entrarme. Si me atraen sigo, si no me los puedo sacar de encima, hago una señal y les presento a mi marido que acaba de llegar. Normalmente desaparecen rápido.
No acostumbramos a ir a locales liberales. Alguna vez y cuando hemos estado en algún lugar de viaje. Nunca en nuestra provincia. Están bien para disfrutar con tu pareja en un ambiente abierto y respetuoso, pero no nos sacan el sueño. De hecho, sólo en una visita hemos interactuado con otra persona. En el resto, hemos disfrutado pero solos en pareja.
Espero haber aclarado dudas. Muchas veces me preguntan por email como lo hago. Así queda escrito y público. Hay otras esposa+ que actúan diferente. No hay reglas válidas o incorrectas. Hay maneras que te sientas cómoda o no. Mi compañero y yo nos sentimos cómodos en esta manera de vivir.
¿Y tú como te sientes más cómoda?
Comentarios
Ahora ella tiene dos amantes permanentes y podemos decir que cuando estamos juntos es una reina con tres maridos.
Gracias nuevamente por tu pagina y mis mejores deseos para ti.
Me ha gustado tu artículo, y me he dado cuenta que no solo eres una Esposa +, también eres una Mujer + y una Persona +, mi enhorabuena, tu marido es un afortunado.
¿Donde dices que tienes publicado tu e-mail? es para que puedas hablar con mi esposa, quizás le hagas ver las cosas de otra manera.
Un saludo.
Aurelio